Noticia publicada en el PAÍS el 29 de abril de 2015
Queremos compartir con vosotros esta noticia porque explica la desesperación real que puede llegar a sentir un ludópata.
“Me gasté en apuestas 130.000 euros de la indemnización de mi padre”
Benito llegó a gastar miles de euros, casi acercándose al millón. Él no tenía ese dinero y, por ello, utilizó la indemnización laboral de su padre. Miles de euros y de años de trabajo que se evaporaron en los 90 minutos que dura un partido de fútbol o los 55 segundos de una carrera de galgos. Tenía 24 años cuando hizo su primera apuesta, ganó y se enganchó. Ahora, con 26, acude dos veces por semana a una terapia de grupo en Zaragoza para los nuevos ludópatas.
El chico mentía en todo momento, decía que iba a clase, pero realmente se dirigía cada día a apostar. Llegó a consumir drogas. Perdió todos sus ahorros y cuando visitaba a los padres, aprovechaba para robarles dinero. De sus padres llegó a conseguir 130.000 euros.
En el juego llegó a ganar mucho dinero, en concreto, 17.000 euros. Pero dinero que ganaba, dinero que perdía porque seguía apostando.
Benito fue aislándose poco a poco. Estaba completamente enganchado al juego. Su novia fue quien dio el primer paso para ayudarle. Ahora lleva dos años y medio yendo a terapia. Pero, confiesa que aún tiene miedo porque "Esta es una enfermedad para toda la vida".
Comentarios
Publicar un comentario